La Madre Julia y nuestra Familia espiritual han experimentado muchas veces la bondad y sabiduría con que Dios guía. En el Libro de los Salmos leemos: «El plan del Señor subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades» (Sal 33,11). A continuación narramos algunos acontecimientos de la historia de Dios con nuestra Fundadora y con nuestra Familia espiritual. .
Julia nació el 11 de noviembre de 1910 en Geluwe (Diócesis de Brujas, Bélgica), como décima de once hijos. En 1917, durante la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918), la familia tuvo que dejar Geluwe, regresando en 1920. A partir de los 14 años, Julia trabajó con diferentes familias en Bélgica y Francia.
Escuchando la Palabra de Dios durante la santa Misa, Julia se sintió profundamente removida por la persona y por las palabras de san Pablo.
La película «Rey de reyes» (The King of Kings, 1927), sobre la vida de Jesús, dejó una profunda impresión en el alma de Julia. En ese mismo año, a causa de una caída por la escalera de la casa, comenzó para ella un tiempo de sufrimiento. Más tarde, Julia, acordándose de la representación del sufrimiento de Jesús en esa película, escribió:
En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Julia tuvo la gracia de una experiencia profunda del Señor coronado de espinas. Respondió a la llamada de Cristo con un decidido sí.
El Padre Cyrill Hillewaere, director espiritual de Julia, reconoció la acción de Dios en Julia. El 18 de enero respondió también él a la misma llamada, poniéndose a disposición de "La Obra”. Este día viene considerado como el día de la fundación de "La Obra”.
El 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo, Julia dejó su casa paterna poniéndose bajo la protección de María, la Madre de Dios, para poder seguir con libertad interior la vocación de Dios.
La vida comunitaria de las primeras hermanas junto a la Madre Julia se desarrolló en la ciudad de San Nicolás de Flandes y poco después en Bruselas. En 1950, la joven comunidad se hizo cargo de un convento vacío en Villers-Notre-Dame (Diócesis de Tournai). Poco después surgieron otras casas en Bélgica.
La comunidad recibió el primer reconocimiento eclesiástico como “Pía Unión” por Mons. Charles-Marie Himmer, Obispo de la Diócesis de Tournai, en la Región Valona (Bélgica).
La primera casa de "La Obra” fuera de Bélgica nació en Innsbruck (Austria). La expansión a los distintos países fue acompañada de alegría y confianza en la fe, pero también de esfuerzos y dificultades.
La Madre Julia pasó la dirección a manos más jóvenes. Se desarrollaron nuevas formas de pertenencia: sacerdotes diocesanos, familias, viudos y solteros se unieron a "La Obra”.
Mons. Bruno Wechner erigió la comunidad sacerdotal de "La Obra” en su Diócesis de Feldkirch (Austria). Dos años más tarde comenzó la formación de los sacerdotes de "La Obra” en Roma.
El 29 de agosto la Madre Julia terminó su peregrinación terrena de fe y regresó a la casa celeste del Padre. Su lugar de reposo se encuentra en la Iglesia del Monasterio de Thalbach, en Bregenz (Austria).
El 11 de junio de 1999 "La Obra” recibe la aprobación eclesiástica en la Diócesis de Roma, como Nueva Forma de Vida Consagrada. La Exhortación Apostólica Postsinodal "Vita consecrata" (1996) dice:
A los que quieran conocer mejor a la Madre Julia y el origen de la Familia espiritual “La Obra” le recomendamos el libro sobre la vida de la Madre Julia. (Título original “Sie liebte die Kirche”, traducido hasta ahora al inglés, francés, italiano, holandés, esloveno y húngaro).
Formulario para encargar: "Sie liebte die Kirche". Mutter Julia Verhaeghe und die Anfänge der geistlichen Familie „Das Werk“, Eigenverlag 2005.
"La Obra” recibe la aprobación pontificia como “Familia de Vida Consagrada”. El Papa Juan Pablo II dirigió un mensaje a "La Obra”. El Cardenal Joseph Ratzinger celebró una santa Misa de agradecimiento y predicó una homilía.