más
menos

U n a Familia espiritual

Miembros en el sentido estricto

Nosotros, los Sacerdotes, los Diáconos, los Fratres (candidatos al sacerdocio), los Hermanos y las Hermanas, seguimos a Jesús comprometiéndonos a vivir en Amor virginal, obediencia de fe y pobreza evangélica. Los consejos evangélicos, entre los que el amor virginal tiene una prioridad sobre los demás, para nosotros, son un camino de renuncia, pero por encima de todo son un camino que lleva a la plenitud de la vida de Cristo. Su amor nos colma, su voluntad nos dona paz interior. Él es la riqueza de nuestra vida.

 

Miembros en el sentido amplio

En el sentido amplio, pertenecen a "La Obra” Obispos, Sacerdotes y Diáconos diocesanos, Familias, Solteros y Viudos que, según su propio estado de vida, hacen una “Santa Alianza” con el Corazón de Jesús. Aunque viven en sus propias casas, estos miembros pertenecen necesariamente a nuestra comunidad, ya que "La Obra” quiere ser un reflejo de la Iglesia como Familia de Dios. Como miembros en el sentido estricto o amplio nos ayudamos a desempeñar nuestras tareas en la Iglesia y en el mundo, en la unidad y diversidad de las vocaciones que Dios da a su Iglesia.
 

Prólogo

En unidad y complementariedad, en amor y profundo respeto, queremos ser una Familia espiritual que reza y sirve, que está en este mundo sin ser de este mundo (cf. Jn 17,16-19). “La Obra“ está formada por una Comunidad de Sacerdotes y una Comunidad de Hermanas, cada una de ellas con su propia dirección. Nuestra Familia espiritual fue aprobada por el Papa Juan Pablo II, como una Nueva Forma de Vida Consagrada.

“La Obra” ha sido querida por Dios como una Familia de Dios. Madre Julia

Sacerdotes y Diáconos

Como hombres consagrados en el servicio sacerdotal y diaconal queremos ser servidores de la Iglesia, testigos de la fe y padres espirituales para los hombres.

El sacerdote tiene que ser un apóstol que ofrece a Cristo al mundo, a través de su íntima unión con Él. Madre Julia

Hermanos

Los Hermanos somos hombres que seguimos al Señor a través de los tres consejos evangélicos. Ofrecemos nuestra disponibilidad para realizar diferentes tareas y vivimos un verdadero amor fraterno.

Con dedicación y amor cordial, los Hermanos contribuyen a la edificación de toda la Comunidad, sirviendo de manera desinteresada con sus dones y talentos. Madre Julia

Hábito de coro

El hábito blanco de coro, que vestimos durante la liturgia solemne, es un signo de nuestra consagración total a Dios. Las Hermanas llevan en la cabeza una corona de espinas estilizada; los Hermanos, un emblema sobre el hábito de coro. El velo y el anillo de las Hermanas les recuerdan que son esposas de Cristo. No vestimos ningún hábito religioso pero por dentro nos sentimos llamados a vivir en todo momento como totalmente consagrados.

Hermanas

Llamadas a la vida consagrada, queremos ser esposas de Cristo y madres espirituales, y con nuestro servicio testimoniar a los hombres el amor de Dios.

Solo de esto tengo ansia: Amar a Jesús sinceramente y completamente y aspirar a que también otros lo amen. Madre Julia

Sacerdotes diocesanos

Como sacerdotes diocesanos nos reunimos regularmente para la oración común, formación continua y ayuda mutua, en una comunidad fraterna.

Es de grande importancia, por tanto, que todos los presbíteros, diocesanos o religiosos, se ayuden mutuamente para ser siempre cooperadores de la verdad. Concilio Vaticano II (PO 8)

Laicos

En cooperación con los consagrados, formamos una comunidad de fe y de oración. La pertenencia a la “Obra” nos ayuda e impulsa a vivir nuestra misión en la familia y en la sociedad.

Dios quiere que irradiemos la alegría pascual, la esperanza y el amor de los primeros cristianos. Madre Julia

Otras formas de vínculos

A través de la bendición de sus casas y de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, cristianos de diferentes estados de vida y niveles sociales están espiritualmente unidos a nosotros. De este modo, aspiran a vivir la fe y el amor con el espíritu de los primeros cristianos y a permear el mundo de hoy con el mensaje del Evangelio. Muchos fieles se unen cada día a nuestra Familia espiritual por medio de la bendición de la tarde. Reciben esta bendición por medio de sacerdotes y obispos en todo el mundo.

La bendición de la tarde es una corriente de gracia que brota del Corazón de Jesús misericordioso y lleno de amor. Madre Julia